Su navaja hecha a medida, elaborada y enviada en 48 horas

DEEJO EN EL PAÍS DEL SOL NACIENTE

16/04/2021

Como fiel seguidor de las diferentes culturas del mundo entero, Deejo se ha dejado seducir por el delicado perfume de los cerezos en flor, que le ha servido como fuente de inspiración para crear un juego de cuchillos de mesa en honor al país nipón. Con motivo de esta nueva creación, Deejo ha querido revelarnos los secretos de esta cultura y su historia.

A lo largo de los años, Deejo ha recorrido el mundo en busca de inspiración para embellecer las hojas de sus futuras creaciones. Entre sus viajes podemos contar más de un país: de los tatuajes tribales de la Polinesia a las montañas nevadas de Europa central, son numerosas las culturas que han quedado plasmadas en la elegante hoja de estos cuchillos de nueva generación. Sin embargo, tras esta búsqueda de inspiración que funciona como un motor de crecimiento para la joven marca francesa, hay un tema recurrente —e inagotable— que sienta de maravilla a sus grabados: el país del sol naciente. Gracias a su cultura tan rica y variada, Japón ejerce una influencia extraordinaria en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Su historia, baile o tecnología se traduce en artes marciales, motos de última generación, literatura o una famosa gastronomía, por eso resulta inevitable toparse en algún momento con esta cautivadora cultura de Extremo Oriente. ¿Quién no ha leído un manga, comido sushi, cantado en un karaoke o enviado un emoji? Más allá de estos ámbitos, la cultura japonesa ha tenido un impacto muy importante en la historia del tatuaje debido a su historia y a su simbología única. Por eso, su huella no podía faltar en la hoja de los cuchillos Deejo. En su honor, la marca francesa de cuchillería ha querido ser ambiciosa y ha decidido plasmar la estética clásica japonesa en un conjunto de 6 cuchillos de mesa de lo más elegantes. En estos grabados tan exóticos encontramos diseños de paisajes típicos del archipiélago, ropa tradicional o el arte de vivir nipón. Cada hoja, grabada como si de un cuento se tratara, esconde un secreto, un universo, y deja que sea la imaginación de cada uno la que interprete esta atmósfera tan particular e irresistible. En su honor, la marca francesa de cuchillería ha querido ser ambiciosa y ha decidido plasmar la estética clásica japonesa en un conjunto de 6 cuchillos de mesa de lo más elegantes. En estos grabados tan exóticos encontramos diseños de paisajes típicos del archipiélago, ropa tradicional o el arte de vivir nipón. Cada hoja, grabada como si de un cuento se tratara, esconde un secreto, un universo, y deja que sea la imaginación de cada uno la que interprete esta atmósfera tan particular e irresistible.

Japón ha sabido crear una cultura única con un estilo de dibujo muy característico, que diferencia claramente a este país de sus vecinos asiáticos. En la actualidad existen varias corrientes propias del archipiélago con presencia internacional, como es el caso del estilo ukiyo-e, que ha servido de inspiración a Deejo para representar a los personajes de este juego de cuchillos. En este estilo, que se traduce como "imágenes del mundo flotante", los artistas de la época abordaban temas de la vida cotidiana, mucho antes de que los europeos empezaran a interesarse por ello. Los temas, muy variados, representan desde mujeres de comerciantes hasta escenas de la vida urbana, dejando un próspero legado que ayuda a entender mejor la sociedad de la época. De un trazo fino y delicado, las múltiples estampas ukiyo-e representan modestamente la vida social en el archipiélago y hacen las delicias de las mentes curiosas de Deejo. Gracias a su abundante riqueza, Deejo ha podido impregnarse de esta memoria histórica para retranscribirla en sus hojas. Los retratos de los personajes son variados, pero si hay uno que no podía faltar para Deejo es el del samurái que decora la tercera hoja. Estos soldados, valerosos guerreros, marcaron su época con su excepcional práctica de las artes marciales, pero sobre todo por su estricto y respetuoso código moral que puede llevarlos a sacrificarse en caso de derrota o de deshonra. Paralelamente a esta fortaleza mental y armada, el samurái también es un hombre de letras cuya estricta educación sobre el significado del combate pasa por cultivar la lectura y la escritura. Deejo ha plasmado toda esta ambivalencia cultural en la hoja que le ha sido dedicada: a punta de sable y preparado para el combate, el samurái cambia la armadura por un elegante kimono, indumentaria tradicional del vestuario masculino de la época.



Pero la cultura japonesa no se limita únicamente a este icónico personaje, pues existen muchas otras riquezas culturales que han contribuido a marcar la historia del país. A modo de ejemplo, los ilustradores de Deejo han mostrado un gran interés por los trajes tradicionales del archipiélago y han encontrado una rica fuente de inspiración en la indumentaria femenina de la época. El peinado también es muy importante y, concretamente, el que aparece en las representaciones femeninas del estuche se distingue por su originalidad. Se pueden apreciar diferentes peinados, todos ellos adornados con kanzashi (que incluye peines, baguettes o flores de temporada), en cada una de las hojas: el que aparece en la sexta hoja, reservado para ceremonias y artistas, impresiona especialmente por sus dimensiones, mientras que los que decoran la segunda y la cuarta hoja son más propios del día a día de una mujer de clase alta. Esta complejidad se muestra también en el drapeado de sus kimonos, que lucen tejidos con motivos únicos.


Resulta imposible hablar de la elegancia japonesa sin mencionar a las geishas, sin duda una de las figuras más representativas de las artes niponas. Esta mujer de gran cultura, maestra de las artes, estudiaba el canto, el baile, la música y el teatro con el único objetivo de divertir a los ricos comerciantes y a los samuráis que iban a relajarse a los salones de té. Estas artistas, acostumbradas a las grandes ciudades, se engalanaban cada día con largos kimonos de colores y motivos variados, ajenas al trabajo físico y en el exterior.


Deejo ha querido rendir homenaje a este personaje excepcional y ha dedicado dos de sus hojas a los talentos que las caracterizan: la sexta hoja muestra una geisha en plena representación, tocando el shamisen, la variante japonesa de un laúd de mástil largo, y ataviada con un peinado tan complejo como sus numerosas habilidades, mientras que la primera hoja recoge los irresistibles encantos de estas imponentes mujeres, combinando un kimono de flores con el abanico característico japonés.


A pesar de que estas figuras constituyen el tema central de este conjunto de hojas, no podemos hablar de Japón sin hacer una parada en sus melancólicos paisajes. Las excepcionales estampas que ofrece el archipiélago, como sus zonas costeras o la celebración de los cerezos en flor, han sido una de las primeras fuentes de inspiración a la hora de constituir los grabados de las hojas Deejo. Para la quinta hoja de la colección, en la que vemos el Monte Fuji de fondo, la exclusiva fauna y flora de la isla protagonizan también las hojas de muchas navajas. La inspiración nipona está presente en varios modelos de la marca, como el de la Carpa koi, el Dragón Japonés o el Cerezo, y permite que cada persona pueda llevar consigo un pequeño boceto de las artes japonesas y sus numerosas maravillas. En resumen, ya sea en forma de geisha, de samurái, o entre montañas y cerezos, la belleza de las leyendas japonesas reina en ese vínculo sutil que une cada elemento de su cultura. Más allá de ser un viaje, esta colección que Deejo nos permite contemplar en nuestra mesa, para comidas y cenas, representa el equilibrio entre belleza y honor.